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segunda-feira, 16 de maio de 2011

CARTA DE SANTIAGO A LOS CRISTIANOS - 2 Parte

Lectura: Santiago 1:1-11 traducción literal al español de The Living Bible).resistencia: la fuerza para continuar cuando
1. se fortalece con las pruebas (Santiago 1:2-4);
2. nos impulsa a pedir sabiduría a Dios (Santiago 1:5-6);
3. nos hace confiar en el cuidado de Dios (Santiago 1:7-8);
4. produce humildad en medio del dolor y la pérdida (Santiago 1:9-10);
5. gana una corona de vida (Santiago 1:12).
Discusión:

MÁS Y MÁS PRUEBAS
  Cuando le pedimos a Jesús que sea el Salvador de nuestros pecados, nosotros nacemos de nuevo a través del Espíritu Santo (Juan 3:8). Desde ese momento, parece que tenemos más pruebas y hay más situaciones que parecen estar mal. Pero las pruebas, cuando se atraviesan por fe, son como los pasos de un niño pequeño. El cristiano debe aprender a caminar por fe (2 Corintios 5:7).
  Toma mucho tiempo crecer y madurar en la fe. Nuestro espíritu lucha por crecer: caemos y nos levantamos de nuevo; nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados (1 Juan 1:9). Cuando obedecemos la palabra del Señor, crecemos en nuestra fe. Mientras obedecemos, nos mantenemos en una relación fraternal con Dios. Esta relación es muy personal. Además, no podemos atravesar el crecimiento de otras personas pero, al mismo tiempo, no podemos crecer solos porque formamos parte del cuerpo de Cristo, y debemos reunirnos con otros cristianos, dar testimonio y compartir con ellos.
  El plan de Dios para nosotros es que nuestro espíritu crezca en su gracia. Es su voluntad que nosotros crezcamos para llegar a ser cristianos maduros. Así como un padre se preocupa por sus hijos, así
Santiago se preocupaba por los creyentes que estaban en la dispersión.

PIDE SABIDURÍA A DIOS
  “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios… y le será dada” (Santiago 1:5). La verdadera sabiduría viene de Dios.
  Nosotros mismos no somos sabios, así que si queremos tener sabiduría, ésta debe venir del cielo. Dios está listo y responderá pronto a un llamado de fe, pero “el hombre de doble ánimo” no obtendrá ninguna respuesta de Dios.
  Todo lo que pidamos debe hacerse en la base firme del amor hacia Dios: con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas (Marcos 12:30, Deuteronomio 6:5), y
debemos pedir todo en el nombre de Jesús (Juan 14:13-14).
  Todos los cristianos tropezamos y caemos, pero Dios nunca está lejos de nosotros. Nuestra fe nos acerca a Dios; cuando le pedimos sabiduría y le clamamos por ayuda, Dios nunca nos niega su respuesta si pedimos
según su voluntad. Él nos da “abundantemente y sin reproche”. Él no retiene nada que sea bueno para nosotros (Romanos 8:32).
  En la vida tenemos que hacer muchas elecciones. Cuando hacemos la elección correcta, vamos creciendo en esta vida de fe. Progresar significa hacer siempre lo correcto. ¿Cómo podemos saber cuál es la elección
correcta? La respuesta de Santiago es: Pídele a Dios, tu padre. Los niños siempre buscan la ayuda del padre. ¿Por qué no la pedimos nosotros a nuestro padre que está en los cielos?
  Cuando nosotros leemos las promesas de Dios, estas promesas echan fuera toda duda de nuestra mente. Hablamos las palabras de Dios contra Satanás porque son nuestra arma contra él. Si nos sometemos a la
voluntad que Dios tiene para nosotros y resistimos a Satanás, él huirá de nosotros (Santiago 4:7).

LA PERSONA QUE DUDA
  En el capítulo 1:7, Santiago escribe acerca de la persona que duda. La persona que duda no pide con verdadera fe. ¿Santiago quiso decir que necesitamos fe para ser humildes y felices, aún cuando somos pobres?
  La respuesta es sí. En medio de la persecución, los cristianos lo perdían todo. Si eran ricos en posesiones, rápidamente se volvían pobres. Por eso, no podemos poner nuestra fe en las riquezas. Según Santiago: “Así
también se marchitará el rico en medio de sus empresas” (Santiago 1:11).
  La fe de estos cristianos brillaba aún en medio de pruebas y pérdidas.
  Estos cristianos ponían sus ojos en Dios. Ahí, en el cielo, la recompensa de la verdadera fe los estaba esperando: “la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12; Apocalipsis 2:10).
Nuestra fe alcanza esa corona de victoria, aún en medio de las pruebas.
Discusión:
1. ¿Qué situaciones existen en tu vida que prueban tu fe?
2. ¿Qué es lo que los cristianos deben hacer cuando tropiezan y caen en pecado? (1 Juan 1:9).


Pesquisa: Pastor Charles Maciel Vieira
 

1. ¿Es correcto decirle a un nuevo cristiano que todo estará mejor ahora que ya aceptó a Cristo, o decirle que Dios le dará todo lo que necesite?
2. ¿Qué quería decir Pablo cuando escribió: “…mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades” (Filipenses 4:19)?
 

  Santiago explicó que Jesús y Dios eran dos personas en una. Además, él usó el nombre completo de Jesús: “el Señor Jesucristo”. Cuando Jesús vino a la tierra, finalizó su trabajo aquí. Ahora, él reina en el cielo como
“el Señor Jesucristo”, y es “Señor del cielo y de la tierra” (Hechos 17:24; Hebreos 1:3).
  Santiago escribió lo siguiente: “Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2-3). ¿Gozo en medio de las pruebas? Sabemos que las pruebas tienen como propósito
forjar nuestra paciencia. No es fácil tener gozo en medio de las pruebas, pero es posible. Nosotros tenemos al Espíritu Santo, y su fruto en nosotros es gozo, paz, paciencia, y los otros que se mencionan en Gálatas 5:22-23.
  “Cuando el camino es difícil, tu paciencia tiene la oportunidad de crecer” (Santiago 1:3,
  La fe debe crecer, y debe hacerlo en gracia. Por eso, el fruto del Espíritu Santo es la fortaleza para continuar cuando nos ocurren situaciones difíciles. A eso le llamamos
atravesamos pruebas.
  En realidad, ninguno de nosotros tiene esa fortaleza. Sólo la recibimos cuando ponemos nuestra confianza en Dios. En estos versículos vemos que la fe:

 


JESÚS ESTÁ EN EL CIELO

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